Una entrevista con El Santo Oficio. Epílogo

Bueno amigos, como ya saben, no ha pasado mucho tiempo desde que publiqué el último capítulo de la serie una entrevista con el santo oficio. Por lo tanto, se preguntarán que pienso hacer con esta entrada la cual acabo de redactar. La verdad no mucho, aquí ya no hay nada de monjes, brujas y hogueras; simplemente estoy publicandola porque pensé que lo mejor que podía hacer para cerrar con éxito esta serie, sería escribir una opinión o reflexión de lo que me dejó tanta investigación y lectura.

Muchos de nosotros creemos es Dios a nuestra manera, y no digo que mi manera sea la correcta y que la tuya está mal, solo digo que podemos tener diferencias en como pensamos acerca de Dios, y eso es totalmente normal. Lo que sí les puedo asegurar (y que lo aprendí mientras escribía la serie) es que el peor error que podemos tener es usar a Dios para defender nuestros propios intereses. Muchas veces hemos tenido la idea de que todo aquel que no cree en Dios es una persona malvada, cuando no es así. Cito al papa Francisco I cuando dijo:

" No todos los ateos son malos. En la historia, muchos héroes hacían cosas buenas y no creaían en Dios, cuando muchos de los crimenes más inhumanos se hacían en su nombre."

Es impresionante cuanta razón hay en las palabras del papa, y si no me creen, lean la serie o visiten los vínculos que dejaré en las bibliografías y se darán cuenta de que es así. Para darles un ejemplo rápido de un héroe laico, tomaré a Raoul Wallenberg. 

Raoul fue un diplomático sueco miembro de una prestigiosa e influyente familia (la familia Wallenberg). En las últimas etapas de la Segunda Guerra Mundial, trabajó incansablemente y corrió grandes riesgos para salvar a miles de judíos húngaros del Holocausto. Fue arrestado por los soviéticos tras la entrada del Ejército Rojo en Budapest, alegando que era un espía de la Office of Strategic Services (OSS). Falleció estando aún bajo su custodia y su muerte es hasta el día de hoy motivo de controversia.

Por otro lado tenemos a Isábel la Católica (la reina española que autorizó y financió los viajes de Cristóbal Colón). La reina Isabel llegó al trono de una manera muy controversial respecto a sus actos contra su propia familia. Asesinó primos y hermanos, y a su hermana mayor (la legítima heredera) la mandó a encerrar en un convento para que no reclamara su derecho al trono. Curioso que se haya hecho llamar una devota católica, ¿no?

Creo que esto nos da una idea. El tipo de persona que somos no está definido por lo que creemos, sino por lo que sentimos. Podemos ser cristiano, católicos o musulmanes, incluso budistas, pero ¿sabes que lazo es el que nos une? El lazo del amor y la amistad. Un acto de compasión no distingue creencias, pero también es algo que solo una persona con amor es capaz de llevar a cabo. Tu religión es más que una forma de vida, es una relación con Dios, o con quien sea que tú creas. Es un camino que abre tus ojos y te cambia la vida, pero necesitas sentirlo, no solo practicarlo.

Muchas gracias amigos míos, porque gracias a ustedes mi blog ha llegado a más de 700 visitas. Y eso me da ánimos para seguir escribiendo. Espero que esta entrada te haya dejado algo en que pensar, y si quieres expresarlo comentandola, adelante, tus comentarios son bienvenidos. Hasta pronto amigos, ya nos veremos.